Adicción al alcohol: La imagen errada de cómo se sienten.

Cuando se describe el efecto de una droga o de un medicamento se busca precisar su sitio de acción.

 

Cuando hablamos del consumo abusivo de sustancias o derechamente una adicción al alcohol, medicamentos u otros como la marihuana o cocaína, nos referimos a que su consumo ataca directamente a los sentimientos, las emociones, los afectos de una persona y le van provocando una anestesia emocional.

 

La imagen que se tiene de un consumidor en exceso o de alguien que desarrolla una adicción al alcohol u otra sustancia, es la de un ser que lo está pasando muy bien a expensas de la familia y que en su vida abundan la farra, el jolgorio y las fiestas.

 

La verdad es otra. Paralelamente al consumo se va desarrollando en él o en ella un compromiso emocional masivo. Se trata de una persona que acumula agobiantes dolores personales y que no pocas veces roza la muerte.

 

Al comienzo, la droga y el alcohol producen más bien estados eufóricos, pero después su influencia cambia radicalmente.

 

 

Adicción al alcohol u otras sustancias: unos si y otros no.

 

No todas las personas desarrollan una adicción por consumo de sustancias. Cómo afecte el consumo abusivo o una adicción al alcohol a una persona, dependerá de varios factores y de cada caso en específico.

 

En general suele relacionarse la adicción al alcohol con esa idea del “borrachito bajo de un puente, sin nada más que su botella”.

 

 

La verdad es otra.

 

…”No necesito tomarme un vaso de wisky todos los días para ser alcohólica, esto depende de cada uno y cual es la relación que se tiene con el trago y cómo éste te afecta… a mí me cambió el 100%, me puse gorda, fea, con muy baja autoestima, trataba de llamar la atención de alguna forma para sentirme un poco mejor, era tremendamente desafiante!

Yo es tuve poco tiempo en consumo, como 2 o 3 años, no tuve más, la gente cree que debe estar tomando mucho tiempo para echar a perder su vida y no es así.

Cambié tanto…recordarlo me pone mal…es una imagen de mi totalmente diferente a lo que yo era antes del consumo, cuando era una mina buena, de buenos sentimientos, de buenas intenciones, de creer… al meterme en ese mundo todo cambió y lo peor, tuvo un viso de normalidad,…” 

 

 

El relato de Carmen y su adicción al alcohol nos ilustra esto. Tanto o más importante que la cantidad o el tiempo que una persona bebe alcohol o toma pastillas, fuma marihuana o inhala cocaína es que ese consumo le va generando un cambio radical en su forma de ser, provocando una verdadera anestesia de los sentimientos.

 

Lo compromete por la vía química, ya que todas las sustancias adictivas tienen propiedades anestésicas y, por otro lado, le produce un deterioro psicológico de envergadura.

 

Estos fenómenos propios de quienes sufren de esta enfermedad tan compleja es lo que explica los conflictos familiares que suelen tener; lo mal que se sienten y las contradicciones éticas en las que caen.

 

Por ello, gran parte del tratamiento, una vez establecida la abstinencia, se destina a recuperar su autoestima y en general su capacidad de volver a vibrar, amar, de reconocer el bien y el mal.

 

La teoría actual de la enfermedad considera que este síndrome emocional, descrito por primera vez por Vernon Johnson1, y la codependencia, son tan importantes como el consumo, la conducta más visible de la enfermedad.

 

Más información sobre Droga y Alcohol. Enfermedad de los sentimientos. Dr Raúl Schilkrut y Maite Armendariz.

Schilkrut.cl

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